jueves, 2 de octubre de 2008

JOYAS DE FAMILIA

Hoy he recordado de cuando era pequeño y de cómo cambian las cosas cuando eres adulto. Todo por culpa de una noticia leída en El País. En ella se explicaba que muchos de los problemas de los hombres los tienen... ¿Adivinan? Sí. Las mujeres. Concretamente nuestras madres. Ellas nos cuidaron lo mejor que pudieron, pero no nos protegieron contra los "disruptores estrogénicos". Sí amigos, básicamente, estos malvados disruptores son los culpables de que tengamos un semen de mierda.

Me he quedado loco, lo confieso. Resulta que los estrógenos de las madres contaminadas por estos "disruptores" provocan que, cuando se nos forman las "caniquillas" en el feto, éstas no funcionen bien en edad adulta. Mucho mejor lo explicó la responsable del estudio: "Es como una fábrica de coches. Si tienes pocos operarios, fabricarás pocos coches" (metáfora en estado puro, para qué añadir más).

Pues eso, ni móvil, ni gayumbos apretados, ni pantalones elásticos, ni ná. No valemos para nada desde pequeñitos.

Jodo, quizás por eso los niños de hoy en día son tan gilipollas, porque son hijos de la "disruptorización".
Ya están perdiendo tiempo en encontrar una explicación genética a por qué los tios somos tan infantiles, a por qué buscamos una madre en lugar de una esposa o a por qué metemos tripa cuando nos cruzamos con una tía jamona.

Los niños del mañana vaya hijos de puta (Love of Lesbian).