martes, 9 de diciembre de 2008

Soy Billy Elliot

Tan sólo dos personas sabían hasta este momento que uno de mis anhelos infantiles era ser bailarín de clásico. Hoy, gracias a la inestimable coalición del Ayuntamiento de Cambridge y el siempre caritativo clima inglés, puedo llevar a cabo dicho sueño. Hoy he tenido mi primera clase intensiva de claqué. He salido a las 9 de 17, Merton Street y a los 10 metros he empezado a mover los pies en el aire a causa de un terrible resbalón. Sólo ha sido el calentamiento.

Los dos kilómetros y pico que me separan de núcleo urbano y que realizo atravesando lo que hasta ahora eran idílicos parques, han sido un infierno. Ha habido un momento en el que parado en una placa de hielo del camino dudaba: sigo para adelante, me giro y vuelvo a casa o espero aquí de pie a que vuelva la primavera. Dios, iba andando como las chinitas de pie de loto: muy despacito, despacito. !Joder¡ Si hasta he provocado un atasco. Os lo juro, iba yo tan concentrado en no caerme que no me he dado cuenta que tenía dos bicis detrás y una delante. Brutal.
La gente va por el prado, la hierba está congelada y es más segura. Lo que pasa que cuando nos hayamos cargado la pradera no se por donde iremos. Bueno, yo si. A partir de mañana la ida y la vuelta al "hogar" se hará por la carretera.


En esos momentos en los que sabes que te vas a resbalar, mi único pensamiento no es como salgo de esta, sino que hueso es mas honroso romperse. Sin duda, y una vez descartada la crisma por lo que manchan los sesos, prefiero romperme un brazo y así quiero caerme, para romperme un brazo. La repatriación siempre es más honrosa con un brazo escayolado que con una rabadilla fracturada. Imaginaros con el culo roto en la British Airways... no, no, mejor un brazo, que duda cabe.

No sigo escribiendo más porque la Schofield la ha vuelto a liar. Hoy ha estado en Oxford (ese paraíso inglés, según ella) y me dice: "Oye, no funciona el teléfono" Y a mi qué, he pensado. Y me vuelve a decir: "Te va la internet?" Y, Dios, no me va interneeeeeeeeeeettttttt: apagar y encender router, reiniciar ordenador, apagar y encender router, reiniciar ordenador, apagar y encender router, reiniciar ordenador y así en un bucle, hasta que la fulana toda indignada me dice: "Se me olvidó pagar la factura, pero no pensaba que nos lo iban a cortar". Así, con dos co**nes. La tía no ha pagado y encima se indigna. He estado a nada de darle de cenar el router.

Pues eso, aquí estoy pirateando la señal al vecino. Que ganas tengo que llegue la Navidad (no creí que jamás dijera esto). Mañana pongo fotos, de esta me vengo fijo.