martes, 26 de abril de 2011

Nunca como entre bebidas


Hola queridos,

Lo que voy a hacer es autodenuncia social: no puedo pillarme cinco kurdas a la semana... bueno aquí les llaman ir a tomar unos drinks y, claro, si no eres indígena te la pillas bien pillada.

En nuestras latitudes uno se va de copas ya cenado y dispuesto a partir la pana. Aquí se toman después del curro (17,30 pm) y, por supuestísimo, con el estómago más vacío que un supermercado soviético, se come a las 13, 00 pm. Resultado, que a la segunda pinta mi inglés se vuelve tan fluido como incomprensible en una relación inversamente proporcional. Yo empiezo a decir cosas que creo que son en inglés, pero la gente saca el teléfono para llamar al Padre Carras porque creen que hablo alguna lengua muerta del Medio Oriente porque estoy poseído por un ser demoniaco y maligno.

Ellos beben así para optimizar la concentración alcohólica en sangre por la menor cantidad monetaria posible, pero a mi me sienta fatal. De hecho, llego a la habitación a las 19, duermo la mona hasta las 20,30 y luego ceno.... no es vida.

El otro día fue mi birthday y entre los muchos regalos (muestras de cariño aparte), estaba este que pienso llevar a mi mesa del despacho de Madrid.... qué se note que he viajado, copón!!!


Por dios, tío, que te vas a casar... deja de poner esa cara como de estar oliendo mierda.


lunes, 25 de abril de 2011

Nos quejamos de vicio


Hola queridos,

Nos quejamos por puro vicio cuando decimos que la situación para los grupos está fatal y no hay salas para tocar... el ayuntamiento de Cambridge ha solucionado este problema... Eso sí, no es para grandes bandas.


king Prawn kingdom!!


Hola queridos,

Por un pequeño problema de logística me encuentro a un paso del colapso por lipotimia, o liposimia como también se conoce. La cuestión es que hace un calor de muerte y no tengo ropa de verano. "Cómprate ropa, tío rata" estaréis diciendo a coro... y lo haría, pero la maleta ya vino llena y paso de pagar sobrepeso, aunque bien pensado un trikini no debe ocupar mucho espacio y resaltaría mi apolíneo y escultural cuerpo por esta cuna del saber. En definitiva, que me veo con más calores que si tuviese la pitopausia.

Pero, amigos, parece que soy el único que sufre en esta santa isla. Mis conciudadanos están living la vida loca y se han arrojado desaforadamente y sin complejos al proceloso mundo de la quemadura cutánea de segundo grado. Qué manera más feliz de ir como gambas a la plancha. Si en España llaman la atención tan rositas, ver, queridos, un país entero llenos de pieles barbacue es una experiencia inenarrable. Ah!!! y se visten como si estuviesen en Benidorm.

PD. El otro día cené en la que considero el mejor restaurante de pescado/marisquería de Cambridge, el no conocer otro ayuda a mantener dicha opinión, con mi querida Nati que vino a verme una semanita. Bien, en el baño tenían esto:



Vamos a ver, señores gerentes, poner un montón de papel del culo en el baño así en plan self service no da confianza sobre la frescura del producto a la clientela de la marisquería.... es de primero de marqueting, por dios!!!

london III: los "bajos" fondos.


Hola queridos,

Por fin, como ya sabéis mis amigos facebookianos, me compré un bajo nuevo. Y muy contento, oiga. Resulta complejo comprar bajos en Londres, pese a ver tiendas exclusivas, igual es una actividad ilegal. Lo digo porque cuando fui a Bass Centre (Portugal street) la encontré en la segunda vez que prospecté la calle (de 100 metros) y la encontré: sólo la puerta y un cartel muy pequeño. Sin escaparate, sólo la puerta, siete cerrojos, una mirilla y un timbre. Llamé dos veces, no me abrieron y me fui a otra tienda a comprarlo. me sentí como si estuviese haciendo algo sórdido... Igual no me abrieron porque no sabía la contraseña, ni el código Morse para aplicarlo en el timbre.

Para quitarme el mal cuerpo me fui a la Tate Gallery, joder, no se si son más modernos las obras o el personal que va a verlo (nota: para ser moderna en Londres hay que llevar un calcetín llamativo de cada color y, claro, que se note bien). Sin embargo se disfrutó mucho de la fuerza de Blake.

¿No es acojonante?

PS. Mientras escribo esto asisto completamente perplejo a lo que da de sí una botella de agua de 20 cl a una familia japonesa de seis individuos... han bebido todos y algunos dos veces: Qué frugalidad en el sorbo!!!

martes, 29 de marzo de 2011

London II: Justicia poética.

Hola queridos,

Este fin de semana pasado volví a la capital del Imperio, a partir de ahora Londres, y, como no hay dos sin tres, volveré el que viene para así cerrar mi propia trilogía londinense.

Bien, preveyendo los problemas de gentío en la estación me fui dos horas antes que la vez anterior y, amigos, sucedieron cosas espeluznantes. Una de ellas era que a las 9 am de un sábado la p**a estación también estaba colapsada. Concluje que la National Railways tiene un departamento de "colapso y amontonamiento" que coloca por las estaciones para darles vidilla. La segunda es que, debido las hordas humanas (80% hispanoparlantes) que taponaban la estación, el tren que debía de tomar y que perdía sí o sí, se retrasó y pude cogerlo. De hecho, estando yo ya dentro, el tren tuvo que abrir las puertas de nuevo porque el personal aporreaba las puertas... realmente fue porque los niños entraron al tren y la madre estaba fuera, pero aprovecharon la flaqueza del conductor 300 personas para subirse.

Pero sin duda, lo más espeluznante, de lo que aún tengo secuelas, es que, llegaba tarde para coger el tren y, amigos, sí, tuve que correr por la calle. Con lo que yo he sido... escribo esto con lágrimas en los ojos... lágrimas de humillación y de dolor, que no siento mis extremidades inferiores de rodilla para abajo. Corrí, corrí, corrí. Corrí exactamente dos minutos en dos tramos de un minuto cada uno.... CASI ME MUERO!!!!!! Qué porte, que garbo, que sincronía de movimientos, que gallardía en el desplazamiento.... dios!!!! parecía un nerdy desbocado o un pollo loco degollado.... con lo que me he reído yo aquí de la gente que corre así.... Justicia Poética cayó sobre mi.

Las desdichas no acababan ahí, ójala! Llego a London, me subo al tube y, al bajarme, noto mis nalgas húmedas... Bastard! Como los asientos son de espumillón, no noté que alguien había vertido "algo" que quise pensar que era cerveza, en el asiento. Me sentí ultrajado: 10 am, sin saber andar por la carrera y pareciendo que me lo había hecho encima...


Puente de Londres y un acorazado hecho museo... qué miedito!!!

Después de atender unos asuntos con los que cerraré la trilogía... me dirigí a ese templo del pillaje denominado British Museum. Qué bonito, qué grande, qué valor expositivo.... Bueno de eso me di cuenta cuando me cercioré de que había abandonado Camden Town. Aquello parecía un mercadillo: flash por todos lados (incluso para las pinturas), la peña tocando el género, el pueblo comiendo por las salas... horrified me quedé. Huí a las salas de Asiria y Japón, sin gente y disfruté del espectáculo.

Rompiendo arquetipos: la leona herida no mide más de medio metro y el estandarte de Ur se puede llevar debajo del brazo. La ola de Hokusai estaba descansando...


Leona herida y otros familiares que van por el mismo camino...

No me gusta Londres, es una ciudad en la que se identifica al que está del paso frente al residente. El primero con su cámara y su nerviosismo y el segundo con la mirada de la bebedora de absenta de Toulouse Lautrec... eso no debe ser bueno.


Estandarte de Ur

A la vuelta me compré un par de Megamuffins y me quedé sobado en el tren... Juraría que me despertó mi propio ronquido...

lunes, 28 de marzo de 2011

London I: gafapasta's kingdom

Hi (mi inglés va mejorando de manera exponencial, ya hasta contraigo).

El pasado día 19, para celebrar mi santo, me cogí la cesta de mimbre, con una docena de huevos y mi bocata de chorizo envuelto en papel de periódico y me planté en la capital del Imperio a hacer unos recados.

Primera sorpresa, estación de Cambridge colapsada de personas humanas. ¿Pero donde c**o va toda esta gente? pensé... Pues donde van a ir, donde yo voy. Perdí el tren previsto y me quedó la opción del tren correo que para, rigurosamente, en toda aldea, casa o establo desde Cambridge a Londres y que tarda 40 minutos más que el expreso.

Segunda sorpresa, el tren hasta las trancas de peña... parecía un tren indio, por la gente y por una señora de tal etnia que acarreaba a cuatro churumbeles rubios, con pelo fino y ojo azules, que es como se caracteriza la etnia hindú. Viendo el percal (hora y media con niños pegando voces a mi lado), me cambie de sitio... y el cambio fue a mucho mejor, donde fue a parar.

Me senté en el mismo vagón que unos hooligans y sus hijos que iban a ver al Arsenal... joder. Al Pater Familias, al que sacaron de la olla de los nacimientos antes de acabar de cocer (de cocción rápida), abrió todas las ventanas del tren y ocupó cuatro asientos... Los otros iban también bien cómodos y hablando de manera discreta... lo peor es que entendía todo el inglés que hablaba, por tres razones: hablaba a voces, hablaba despacio y hablaba con menos vocabulario en inglés que yo, lo que facilita la labor comprensora.

En una de las mil quinientas paraditas del tren se subieron dos finas y, Gloria bendita, una de las dos se puso a pintarse los uñates en el vagón. Hay que joderse, que savoir être. Entre el olor de la cerveza del cromañón, la acetona de la otra y que iba en ayunas.... menos mal que íbamos con todas las ventanas abiertas.

También en el tren asistí a la demostración empírica del clásico civismo inglés y que podríamos denominar "somos más guarros que la Chelito". Pasó así: Los hooligans se bajaron en una parada, las pijas se fueron a sentar en sus sitios, pero éstos estaban llenos de botellas consumidas por los futboleros. Ellas cogieron las botellas y las echaron a otros asientos. Dio la casualidad que en esa misma estación se subió una familia y la Mater familias, al ver los sitios llenos de botellas, las cogió y, por supuesto, las tiró encima de otros asientos. Sólo un sonoro: "hay que joderse que cerda" que me salió del alma hizo que la señora cogiera las botellas de nuevo y las tirase a la papelera, que estaba a su lado.

En Londres me pasaron cosas fantásticas, como que nadie hablase inglés por las calles, sino español; que sólo viese gafapastas por la calle o imitadoras horteras de Amie Winehouse (Emili la bodegas); que estuviese 8 minutos buscando la salida en la librería Foyles hasta darme cuenta que estaba aún en el primer piso (momento Paco Martínez Soria del día) o que en Camden Town se hablase más español que antes y que en el metro el revisor dijese en todo momento: "Por favor, abandone la estación lo antes posible" porque estaba colapsada de, si, lo adivinasteis, españoles que decían: "ozú que agobio", coño pues vuélvete a la meseta.

Volví a la estación, me compré un megamuffin de strawberry y me dormí en el tren.

lunes, 21 de marzo de 2011

Vente pa Alemania Pepe!!!!!

Hola queridos,

Pues sí, volví a la escena del crimen (ver un par de post anteriores). Resulta que los chicos del Museo de Neanderthal me invitaron a un congresito, ida el jueves, vuelta el viernes. Eso sí, esta vez, el hotel perfecto.

Pues allí me planté, 4 am, servidor se levanta para ir a la estación e ir al airport. Después de ir poniendo las calles, no había, llegó a la estación y me planto en el aeroplano donde, pese a ser baratillo, me trataron como a un marajá: desayuno, prensa, sólo en la fila... y en 1.15 en Düsseldorf.

Ay, Alemania, ese país donde estar estreñido es una bendición!!!! Qué bien organizado y qué claro está todo si eres alemán, claro. El cercanías tiene una cosa especial y es que las estaciones qué pertenecen a Düsseldorf se llaman Düsseldorf y un apellido. Así te encuentras D. Wolswagen, D. Mercedes, D. Ikea (cuanto nos queda por aprender aún) o Düsseldorf más una palabra irreconocible e impronunciable. Llego al Atocha de allí y tuve mi primer momento Paco Martínez Soria en el abuelo viene a la ciudad: con mi mapa del google y mi cuaderno con el nombre de donde debía ir... Menos mal que allí el personal habla ese inglés que los que no somos británicos entendemos y me atendieron muy bien.

Y por fin llegué a Neanderthal, donde todo es un poco fetichista para mi, desde el nombre del pueblo
hasta la cervecilla local... estaba rica y, señores, qué presentación!!

Estando servidor de por medio, también hubo momento para el amor... lo que pasa es que ella era un poco "hairy"


pero, qué caramba! donde hay pelo, hay alegría!

Si alguien se quedó con la duda de la afirmación sobre Alemania y la bendición de los estreñidos es porque no ha probado el papel higiénico de los servicios públicos: el del hotel era lo más parecido a limpiarte con una cartulina y el del Museo, simplemente acababas como un mandril... Conclusión: los alemanes no son serios, tienen el culete en carne viva y si no miradle la cara a la Merkel o al Papa Rafinger.