jueves, 9 de diciembre de 2010

Soy un cateto... ¡Y lo pienso demostrar!

Hola queridos,

Sí, el encabezado es una declaración de intenciones en toda regla. Voy a demostrar que soy un paleto que no sale del pueblo.

Contradiciendo la frase anterior, ayer bajé a la capital del Imperio Británico (donde los enchufes son raros, conducen por el lado equivocado de la carretera, usan una moneda rara, en definitiva, donde ellos son raros). Fui con Marta y Rob a ver a Helene Roche predicar sobre las primeras industria humanas. Allí también estaban Nacho y Mikel. Bueno, al final todos y otra gente desconocida nos fuimos de cena.

"Vamos a un indio", indicó nuestro anfitrión y tiramos, luego me di cuenta que lo de "un" era muy vago, vamos que ni idea de dónde íbamos. Entramos en uno donde nos acogieron y nos dan las cartas.

Joder! aquello tenía más letras que una tesis doctoral y, por supuesto, no entendía rigurosamente nada de lo que ponía y yo buscando como un loco pollo al curry, que es lo único que me sonaba de la comida india. La búsqueda duró hasta que alguien concluyó que era un indio vegetariano... mal apuntaba la cosa...

En la carta, y haciendo un esfuerzo antropológico atroz, dudaba entre pedir "finger's woman" que sonaba muy mal, la verdad, o una pizza de lentejas (como lo oís). Al final elegí, completamente al azar, una cosa de arroz que envolvía espinacas con queso y que, también por azar y providencia divina, no era picante, según el camarero. Aquí hay que hacer un inciso: cuando un camarero indio te dice que no pica significa que sólo te van a salir lágrimas como puños... si te dice que es picante, a tus contertulios les saldrán canas a causa de tu aliento y tú fallecerás segundos después.

Para beber una cerveza de la marca Cobra. Los tíos tienen buena vista, como la comida no picaba, nos trajeron la cerveza standard de 660 ml.

Para terminar la cena nos sacan dos boles que cabían en una mano, para los 10 que éramos: uno de una especie de yogur al curry de inenarrable sabor y otro bol con bolitas de anís... tío! qué pretendes que haga con eso si no me dejaron entrar al canario al país!!! Aún así probé ambas y, francamente, lo de los anises era de chufla o pertenece a la idea cósmica de benevolencia hindú: primero te reviento el estómago con comida no picante y luego te doy anises para que eches los provechitos... Algo no va bien...

Yo no vuelvo a salir del pueblo ni a serle infiel a mi comida china.