martes, 24 de febrero de 2009

La competencia


No os lo vais a creer, pero ando tan liado que me ha sido imposible reunir el ánimo para escribir con cierta soltura aquí (eso para los que piensan que estoy de vacaciones). Bueno, que me lio. La semana pasada pasó un hecho histórico desde que estoy aquí: salí del pueblo. Si, si, es la primera vez, exceptuando el ir a Londres a tomar un avión, que he salido. ¿Y donde creéis que me fui? correcto, a la competencia, a Oxford.

Iba a unas reuniones y para llegar a una hora decente, servidor, se tuvo que levantar a las 5 am. Casi muero en el intento (llevo 5 meses echando a trabajar a las 9,30 holgaditas). Bien, entre poner las calles y que tuve que correr durante 500 metros llegué al bus muerto matao. A las 6,30 salimos para Oxford y descubrí zonas de Cambridge desconocidas (es lo que tiene que un bus haga 5 paradas en un mismo pueblo), como que hay una segunda parada de buses exactamente entre la nada y el más allá.

El trayecto (en el autobús rápido es de 3,30 horas), no te cascan peli, ni hay hilo musical, y esto ya jode, pero es peor que el 90% del trayecto sea por carretera de doble sentido. Uno ve amanecer, no, no, ví clarear, la niebla impedía cualquier otra visión. Y señores, descubrí la famosa rotonda en 8, que para salir de una tienes que ceder el paso porque entras en la otra... nos quejamos de vicio. En Bedford cambiamos de conductora. La segunda era de conducción agresiva: en las rotondas va metiendo el morrito, con su consabido acelerón-frenazo (tía, llevas un bicho de 15 metros, no puedes meter el morrito porque colapsas la rotonda). Bueno con esto y mi vergüenza torera (la cual impidió que vomitara) llegué a Oxford.

Oxford es como Cambridge pero a lo bruto. Lo primero que me llamó la atención fue que había currelas en el centro. El resto es igual que aquí (tiene su Browns, su Nandos...), pero con todo más grande y espacioso (tiene calles de 6 carriles, a las que olvidaron poner paso de peatones, por cierto).

El curro ferpecto y luego hice acopio de libracos y para casa.

Lego a la estación y salía un bus para cambridge, le paro me sube y pregunto: va a cambridge? y el conductor (que según la publi dice, está para ayudar) me contesta: ¿No sabes leer? Subo y veo que es un bus urbano que va petado. Me bajé (haciendo parar al conductor de nuevo y mirandome un careto de "vaya tocahuevos").

No hay problema, a la hora hay otro. Como algo y espero. Espero, espero, espero, espero.... Por razones que solo Friker Jimenez sabe, ese autobús no llegó y allí con mis dos santos co**nes me tuve que quedar dos horitas y cuarto en una estación que daba miedito... y con uno baños pavorosos. eso sí, los de national Express (dueños de Alsa) y que está para ayudar, pasaron un poco de mi.

Buena experiencia, cansada y no la recomiendo, con un gilipollas pasándola es suficiente.

Eso sí, creo en el carbono catorce, una vez que me enseñaron como se hace, jajajaaj.

Os dejo unas foticos del Kebble College (es el de Rachel, mi anfitriona allí).





PD: Ya en alguna ocasión he hablado del gusto que tiene la muchachada local por, digamos.... la ordinariez. Bien, tenía razon mi sobrina Patri: no sabes lo que es una inglesa ordinaria hasta que vas a Oxford. Viva la mamarrachez y la espantajería.

Felicidadessssssssssssssssssssssssssssss

Es el primero que me pierdo en 16 años, y espero que sea el único. No te apures, ya lo celebramos como se merece a mi regreso. No, no estoy felicitando a nuestro presidente "Ansar" (leído con acento de Bush), si no a Charo, que cuida de mi, incluso a tantos kilómetros de distancia.

El regalo es sencillo, pero rememora uno de los buenos momentos de este año.

TQ.

http://www.youtube.com/watch?v=gcXVRX9lm2s&feature=related